Voy a escribir sobre un tema polémico y me da igual, porque el mundo está lleno de opiniones contrarias a la mía. Y si los que piensan así expresan su opinión, ¿por qué no habría de hacerlo yo?
Hoy voy a atacar a lo que considero el pan y circo de nuestros días: el negocio del fútbol. Y digo el negocio porque lo que me indigna es lo que se crea alrededor de este deporte. El fútbol en sí está bien como entretenimiento, al igual que otros deportes que crean menos expectación, como por ejemplo, el ciclismo y la natación. Pero el dinero que mueve es indignante. Es muy fuerte esto que voy a decir, y no gustará nada a algunos, pero la selección española de fútbol es la vergüenza de nuestro país. Sí, es una vergüenza que unos paletos ganen millonadas por darle patadas a un balón cuando hay gente que podría desempeñar trabajos más ÚTILES para la sociedad, como barrendero, profesor, mecánico... y que está en paro. Y esto SÍ que tiene que ver con el fútbol. Porque mientras los clubes deben dinero a hacienda, el país empobrece y se eliminan oposiciones para acceder a cargos que sí sirven para algo.
Por otra parte, en los informativos de televisión se pasan la mayor parte del tiempo de deporte hablando del fútbol, y hay muchos más deportes que pueden resultar interesantes. ¿Creéis que hablan de fútbol porque le gusta a la gente? Pues no. Error. Ellos os hacen creer que os gusta. Llenan la programación de partidos para que os enganchéis. Y luego hablan de este tema y así desvían la atención hacia él, que nos ilusionemos con la Eurocopa, el Mundial... en vez de centrarnos en la situación política y económica del país.
Pues a mí no me engañáis.
Nunca admiraré a un futbolista.
